La Victoria Alada de Samotracia.
Escultura de bulto redondo realizada en mármol elevada sobre la proa de un barco, en la que observamos movimiento conseguido al descansar el peso de la figura sobre la pierna derecha mientras la izquierda va hacia atrás, moviéndola en una suave y larga ondulación. A lo que se suma los infinitos pliegues del ligero vestido que fluyen y se pegan alrededor del cuerpo, que no solo insinúan y realzan las bellas formas redondeadas , sino que aumentan la sensación de paños que vuelan.
Es una obra original y se atribuye al escultor Pithókitos. Datada en el siglo II a. C., pertenece a la Escuela de Rodas dentro del periodo helenístico.
El naturalismo propio de la escultura griega, la perfección anatómica, la bellez, están presentes enn esta obra donde la factura es refinada, virtuosa y por lo tanto bien trabajadas las diferentes texturas (telas, plumaje de las alas...), pero aqui nos encontramos un modelo escultórico que ha superado la serenidad y el equilibrio de la escultura del clasicismo. Esta obra es fiel exponente de la corriente barrroquizante que aparece en este periodo:
- El tamaño inusualmente grande que ofrece un cannon novedoso.
- El movimiento impetuoso de la niké se expresa en los paños que se agitan por la acción del viento y vuelan y en las alas desplegadas hacia los lados y atrás.
- La composición es abierta, las líneas del eje de la obra son las diagonales y curvas quue poducen desequilibrio. De frente, la figura se retuerce y se abre en las dos largas curvas de las alas. En la vista lateral se observa una gran línea diagonal que enlazaría desde la pierna hasta la péerdida de la cabeza.
- El juego de la luz se acentúa en los plegados, creando violentos contrastes de luz y sombra.
Tras las conquistas de Alejandro Magno, la cultura griega se difunde y fusiona con la oriental, surgiendo una cultura de gran lujo y refinamiento estético. Es la fase barroca del helenismo, de enorme variedad del gusto: conviven la idealidad y el realismo, la belleza y la deformidad, los temas dramáticos y los cotidianos, representándose todos los estadios del ser humano (de niños a ancianos). Los clientes serían la minoría rica y poderosa de la época. Esta obra procede del santuario de Cabiros en Samotracia en 1863 y cumpliría una función votiva y conmemorativa, Hoy dia se encuentra expuesta en el Museo del Louvre en París, ya que su estado de conservación es bueno, es cierto que ha perdido la cabeza y una de sus alas es fruto de una restauración.
Finalmente a ella se deben obras tan famosas como el Coloso de Rodas, una de las siete maravillas de la Antigüedad, y los grupos del Laocoonte y sus hijos y El toro Farnesio.
Bibliografía:
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