Comentario de arte : La venus de Milo.
La obra se titula la Afrodita (Venus) de Milo, sobre su autor surgen muchas dudas, se ha querido atribuir a un artista de Antioquía, Agesandro, por la inscripción de un pedestal que se creyó perteneciente a la estatua.
El artista, desconocido, se inspiró en la Afrodita de Capua de Lisipo (s. IV). Es una obra original, en mármol de Paros. La obra pertenece al estilo helenístico del Arte Griego, s. II a. C. La estatua fue encontrada en la isla de Melos (islas Cicladas) y vendida a Francia en 1820 (Dumont d'Urville), en la actualidad se encuentra en el Museo del Louvre.
Aspectos materiales y técnicos
La imagen propuesta es una escultura en bulto redondo, exenta; realizada de mármol de Paros, mediante la técnica de la talla (técnica extractiva). La escultura representa de cuerpo entero a una mujer semidesnuda de cintura para arriba, mientras que de cintura para abajo la cubre una túnica, posiblemente mutilada, le faltan los dos brazos, algunos creen que en la mano llevaba una manzana, símbolo de la isla de Melos y de la propia iconografía de la imagen.
La escultura fue hecha en varios bloques de mármol blanco cuyas uniones no son visibles. Mide aproximadamente, 204 cm de alto.
Análisis Formal
Su pierna izquierda se halla ligeramente inclinada hacia el interior, con el pie hacia adelante y descansando sobre una prominencia (perdida actualmente). Combinado con el empuje hacia el exterior de la cadera derecha, el resultado es una fascinante forma de pose en forma de S. Termina artísticamente en la actitud real de la cabeza, con la diosa mirando en la distancia, absorbida en sus pensamientos.
En primer lugar, se observa una búsqueda de movimiento y dinamismo que se contrapone con el equilibrio de la etapa clásica. Así, la Venus de Milo se muestra con un marcado que le confiere una forma sinuosa a la escultura. La composición es claramente abierta, a pesar de la ausencia de los brazos, el autor utiliza una composición helicoidal o con forma serpentina, realizada con un suave y equilibrado giro del cuerpo hacia su izquierda, que invitan al espectador a buscar múltiples puntos de vista. El estudio anatómico femenino es detallado y elegante y de proporciones armoniosas, con volúmenes naturales que se alejan del geometrismo del primer clasicismo como en el Doríforo de Policleto. La técnica es refinada dando lugar a numerosas texturas, en particular destacan la
suavidad y blandura de la piel de Venus, que se contrapone con los abigarrados pliegues de la túnica que cubren sus piernas, creando violentos contraste de luces y sombras que ayudan a reforzar el dinamismo de la imagen. El rostro se muestra sereno, siguiendo la tradición clásica, huyendo de la expresión de las emociones.
Comentario
La Venus de Milo vuelve su mirada a la temática clásica, y se nos presenta como ideal de belleza. Pero el sereno rostro de belleza idealizada, se presenta con un movimiento helicoidal novedoso y que sitúa la obra en el periodo helenístico. Icono de la belleza clásica, la Venus de Milo es un buen ejemplo del contraste de estilos desarrollado en el Helenismo. Se humaniza a la diosa mostrándola en un momento cotidiano, seguramente saliendo o entrando al baño, lo que justifica su desnudez. La Venus de Milo, descubierta a mediados del siglo XIX tuvo una gran influencia en el Neoclasicismo donde fue considerada un paradigma de la belleza femenina clásica.
Bibliografía
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