viernes, 10 de noviembre de 2017

COMENTARIO ARTE PALEOCRISTIANO Y BIZANTINO

COMENTARIO DEL EMPERADOR JUSTINIANO Y SU SÉQUITO


El Emperador Justiniano y su séquito es un mosaico bizantino, colocado en los muros laterales del ábside de la Iglesia de San Vital de Rávena, fechado en el siglo VI d.C (1ª Edad Oro del Arte Bizantino).

La técnica del mosaico consiste en rellenar la superficie de pequeñas piedras de colores, denominadas teselas, con materiales como el cristal, nácar, mármol... empleando las habituales técnicas romanas del Opus Tessellatum y el Opus Verniculatum.

La composición es simétrica, la figura de Justiniano actúa como eje de simetría entre ambas partes, reflejando así la mayor importancia del emperador respecto a sus acompañantes. Son figuras estáticas y geométricas, ya que ello facilita la lectura y organización de la imagen a la vez que consideraban la geometría como una expresión del orden de la divinidad.

Destaca la riqueza cromática de la obra. Los perfiles se resaltan mediante líneas de color negras, y el colorido combina gamas: oro, plateadas, blanco, ocres, verdes... La línea predomina sobre el color. La luz no tiene ninguna importancia en esta pintura, debido a la inexistencia de claroscuros en ella. Por ello, los colores son planos, no transmiten volumen.

El espacio no interesa prácticamente, la única perspectiva que se aprecia es la jerárquica, que hace que el personaje principal (Justiniano) estén el el centro, en el eje de simetría y ligeramente más elevado o más alto que el resto de personajes, que conforme se van alejando de la figura principal, van perdiendo importancia. Esto también está reflejado por medio de los pies danzantes (también denominados pies en V), ya que las figuras de mayor "rango" pisan a las que tienen uno menor al suyo. Algunos elementos como el libro poseen la denominada perspectiva abatida, con la que un mismo objeto se ve a la vez desde dos puntos de vista diferentes. La carencia de perspectiva hace que las figuras sean bidimensionales.

Todas las figuras aparecen mostradas de frente, de pie y con miradas bastante penetrantes, pero hay cierta rigidez en ellos, así como un gran hieratismo y un fuerte simbolismo. No existe movimiento. Las figuras son totalmente antinaturalistas, deforman la realidad. El canon empleado es estilizado. La isocefalia está muy presente en la obra, pero no todas las caras son iguales, como puede ser el caso de Justiniano, Maximiliano o el general Belisario.

Por último, cabe destacar el gran número de detalles como vestimentas, objetos litúrgicos, broches, sandalias, coronas, escudos... Todos los personajes van lujosamente vestidos, en especial el personaje principal, que va ataviado con ricos ropajes, que simboliza su superioridad en la jerarquía bizantina.

El mosaico de El emperador Justiniano y su séquito, colocado en el ábside de la Iglesia de Rávena, se encuentra en frente de un mosaico similar cuya protagonista es su mujer, Teodora. Sin embargo, ninguno de los dos visitó nunca dicha Iglesia.

Justiniano es representado con una aureola, lo que indica que está considerado una divinidad. Que junto a él se halle el ejército y la iglesia, quiere representar que Justiniano poseía bajo su mando los poderes militar y religioso, lo cual se conoce como 'cesaropapismo'. Además en este mosaico porta una paterna de oro y viste una toga de color púrpura, el cual era un color que se le atribuía al poder. Va acompañado por sus personas de confianza: el general Belisario, el banquero Julio Argentario, el obispo Maximiano, la guardia del emperador y otros funcionarios y cargos eclesiásticos.

Además de en la figura de Justiniano, podemos encontrar simbología cristiana en uno de los soldados, el cual porta un escudo en el que está inscrito el crismón, que consiste en la inscripción de las dos primeras letras del nombre de Cristo en griego X y P (Χριστός), junto con las que se encuentran la alfa y la omega, en referencia a Dios, el cual es el principio y el fin de la existencia.

Podemos relacionar el mosaico con los relieves del Ara Pacis de época de Augusto por su temática: un cortejo con ofrendas para celebrar un rito religioso, aunque sus estilo sea completamente diferente.



CRISTINA MORENO ALGAR 2ºC.

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