jueves, 9 de noviembre de 2017

Retrato de Augusto de Prima Porta



 RETRATO DE AUGUSTO DE PRIMA PORTA 


Obra: Augusto arengando a las tropas o Augusto de Prima Porta. Museos Vaticanos. Roma.

Género: Escultura de bulto redondo (retrato romano).

Estilo: Arte  romano.

Cronología: Imperio romano. Posterior al 14 d.C. (Siglo I d.C.), de un original del 20 a.C.

ANÁLISIS


Nos encontramos ante una estatua de  bulto redondo, de cuerpo entero en actitud de pie del emperador Octavio Augusto (63 a.C.-14 d.C.), como dirigiéndose al público o arengando a sus tropas, al tener la mano derecha levantada. Está realizada en mármol y mide  unos dos metros de altura.  



Las superficies parecen lisas y pulidas aunque en su armadura se aprecian relieves de mucho trabajo. En la obra aún se pueden observar restos colores vivos como dorados, púrpura, azul y otros colores, con lo que la obra estuvo policromada. Se aprecia algo de frontalidad y su actitud es reposada y serena, pero al ladear la cabeza y la posición de contraposto (apoyar todo el peso del cuerpo sobre una pierna y dejar la otra flácida) al estilo de la Grecia Clásica, trata de darle naturalidad y apartarse de las rígidas esculturas frontales de la antigüedad. En cuanto a sus formas de expresión se aprecia un naturalismo acusado con algo de idealización.

El parecido con la realidad es evidente al representar las facciones de Augusto (el emperador aparece con la mirada sombría y el típico flequillo, así como su carácter introvertido, nervioso, melancólico, majestuoso, pero sin estridencias), pero en su rostro se ve al político sereno y seguro, prudente, frío, consciente y preocupado de sus pensamientos y palabras; es la  realidad idealizada. La anatomía está muy bien trabajada al igual que los pliegues de sus ropajes, incluso se aprecia la técnica de los paños mojados para resaltar la musculatura de la figura. El emperador aparece descalzo. Todo está pensado para dar una dimensión temporal de eternidad.



COMENTARIO


Parece que es una copia o duplicado en mármol,  realizada una vez fallecido el emperador en el 14 d.C., de un original en bronce realizado en torno al año 19 o 20 a.C. Esta escultura conservada en el Museo Vaticano (Braccio Nuovo) es una reproducción encargada por su esposa Livia cuando enviudó, y fue encontrada en 1863 en las ruinas de la Villa llamada Ad Gallims Albas.


Cesar Octavio fue el primer emperador de Roma y uno de los personajes más venerados en Roma. Tras el asesinato de Cesar, que le había declarado su heredero, formó parte del Segundo Triunvirato junto con Antonio y Lépido, de quienes se deshizo posteriormente. Hecho con el poder absoluto, recibió los títulos de Imperator y Augusto en el Senado en el 27 a.C.


El Augusto de Prima Porta se inspira claramente en el Doriforo de Policleto como se puede observar tanto en las proporciones de la escultura como en la posición que adopta al apoyar el peso del cuerpo sobre la pierna derecha mientras dobla y retrae la izquierda (contrapposto).


A pesar de la influencia republicana del retrato (los rasgos nobles de Augusto), el estilo de este retrato está más cerca del idealismo helenizante. Su rostro tranquilo y sereno, su pose decidida y enérgica, la musculatura perfecta, las proporciones anatómicas y la postura clásica del contraposto señalan el deseo de idealizar la figura, de hacer un prototipo o modelo del gobernante perfecto. Todo ello convierte al retrato imperial romano en un auténtico instrumento de propaganda gubernamental, cuya función política es evidente: mostrar al pueblo romano que el emperador era un ser excepcional, equiparable a los antiguos héroes mitológicos, e incluso digno de ascender a la divinidad del Olimpo, pues reúne todas las virtudes, físicas y morales, que debía tener un ser excepcional, digno de gobernar aquel inmenso Imperio. Se trata de  la aristocrática naturalidad de quien se sabe portador y responsable de una gloriosa herencia.


Por otro lado, el copista nos presenta a Augusto divinizado, que se aprecia al ponerlo descalzo, lo cual correspondía en el mundo clásico a los dioses y mortales deificados. Augusto fue divinizado a su muerte y su mujer Livia fue convertida en su sacerdotisa. Los pies descalzos pueden simbolizar que el emperador ya estaba en el Olimpo. 





A sus pies, a modo de soporte, Cupido sobre un delfín es una alegoría a la descendencia de la Gens Julia de Venus a través de Eneas, que a su vez desciende de Rómulo y Remo, hijos de Marte. La tradición dio al hijo de Eneas, Ascanio, el nombre de Iulio, con lo que la gens Julia quedaba emparentada con los dioses, con los fundadores de Roma y con los héroes troyanos. Como era habitual en épocas pasadas, de esta forma se entroncaban religión, linaje y política, revistiéndose al poder personal de una aureola sagrada que justificase su ejercicio.




FUENTES:

http://artetorreherberos.blogspot.com.es/2011/11/comentario-de-augusto-de-prima-porta.html 

http://historiarte1.wikispaces.com/-+Augusto+de+Prima+porta 

http://blogarteehistoria.blogspot.com.es/2008/11/comentario-augusto-prima-porta.html 

Imágenes de Google

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