sábado, 25 de noviembre de 2017

Santa Fe de Conques. ARTE ROMÁNICO.


SANTA FE DE CONQUES 


  •  CONTEXTO HISTÓRICO


Se llama prerrománico al arte que se desarrolla en Europa durante la Alta Edad Media (S. V al X). Sus protagonistas son los pueblos germánicos.

La Iglesia de Santa Fe está ubicada en una región de difícil acceso, con un clima riguroso y suelo poco fértil, en el municipio francés de Conques. La iglesia forma parte de un antiguo monasterio carolingio que contenía las reliquias de Santa Fe. A mediados del Siglo X se emprende la construcción de la iglesia, aunque cien años más tarde se tuvieron que modificar las cubiertas.

En la primera mitad del siglo X el primitivo monasterio carolingio de Santa Fe de Conques comenzó las obras para llevar a cabo las primeras modificaciones de su antiguo templo. A lo largo de la Edad Media la región francesa de Aveyrin vivió una época de gran esplendor económico y cultural, en especial la región de Conques que contaba con las reliquias de Santa Fe, las cuales atraían a un buen número de peregrinos.

El aumento de los peregrinos que transitaban por Santa Fe llevó a la cofradía a plantearse la necesidad de un nuevo templo para satisfacer las necesidades de los visitantes. El prototipo de iglesia de peregrinación que apareció en este momento, con las naves laterales prolongadas hasta el transepto y abrazando la cabecera a modo de girola, parece posible que influenciase otras iglesias de peregrinación. Sin embargo los historiadores no han podido afirmar de una manera rotunda tal hipótesis.

  • ANÁLISIS

     


La planta corresponde al modelo de iglesia de peregrinación de forma de cruz latina  con deambulatorio o girola que resulta de prolongar las naves laterales para facilitar el tránsito de los peregrinos. Presenta un brazo longitudinal de corta extensión formado por tres naves con solo seis tramos. A los pies del templo se encontraba un nártex herencia de las primitivas basílicas cristianas que posteriormente, en el siglo XIX fue flanqueado por dos altas torres neo-románicas. La cabecera presenta tres absidiolos que se abren desde la capilla mayor, la única del templo, marcándose al exterior gracias a la disposición de volúmenes escalonados.



En cuanto a la cubrición destaca la bóveda de medio punto fajada que recorre la nave principal y las bóvedas de arista para las naves laterales. Las tribunas se cubrieron con bóveda de cuarto de esfera y la zona central del transepto con una cúpula nervada que se levantó, al igual que el campanario, a lo largo del siglo XIV.

Los elementos sustentantes son los muros exteriores de sillares  y mampostería, los pilares cruciformes y la tribuna  que desvía el peso lateral de la bóveda de cañón hacia los contrafuertes exteriores.

El sentido del espacio es longitudinal hacia la cabecera.



Es un espacio compartimentado en el que los arcos fajones que dividen la bóveda en tramos evitan la monotonía.

Predomina el muro sobre el vano que está compuesto por  ventanas abocinadas.

  • TÍMPANO

     


En la fachada occidental de la iglesia abacial de Santa Fe, una profunda arquivolta en bóveda de cañón con arco de medio punto acoge el tímpano del Juicio Final según el Evangelio de San Mateo, apareciendo en el conjunto un total de 124 personajes. El tímpano es una de las obras fundamentales de la escultura románica en Francia por sus cualidades artísticas, su originalidad y por las propias dimensiones de la obra.

En una de las bandas epigráficas que acompañan a las imágenes puede leerse: « ¡Oh, pecadores!, si no reformáis vuestras costumbres, sabed que será duro vuestro juicio futuro». La salvación o condenación individual, presente en portadas y en los sermones litúrgicos, era motivo de preocupación para los campesinos, pero teniendo en cuenta que no sabían leer  el mensaje se transmitía a través de las imágenes  muy expresivas del mal.


En la composición destaca la figura central de Cristo en Majestad (Maiestas Domini) dentro de una mandorla que simula con nubes un espacio celeste. En este caso Cristo no aparece como un juez severo, portando desafiante el libro de la Ley, sino indicando al peregrino el camino de salvación con la derecha, levantada hacia el signo de la cruz que portan dos ángeles* en el registro superior, mientras que con su mano derecha hacia abajo hace al ademán de apartar a los malditos. Su majestad queda realzada tanto por el acompañamiento de dos ángeles con candelabros en la base, alusión a la luz que representa Cristo, y otros dos con inscripciones en la parte superior.


*Los ángeles llevan la Cruz, el hierro de la lanza y los clavos evocadores de la Pasión.


Bajo los pies de Cristo, aparece el arcángel San Miguel pesando las virtudes y los pecados de las almas frente a la burlona figura de Satanás que, con sonrisa sarcástica y empujando con el dedo la balanza, intenta hacer trampas para quedarse con un alma.


A la izquierda del espectador se encuentran los elegidos que se dirigen hacia Cristo. En el extremo izquierdo los santos son guiados por un ángel. Santiago camina apoyado en un bordón y a su lado aparece el monje Arosnide, que robará las reliquias de Santa Fe en Agen y las trajera a este lugar. Delante de ellos, el abad Dadom, fundador de la abadía, porta un báculo y es conducido por la mano al emperador Carlomagno, su benefactor, caracterizado con corona y cetro, ambos acompañados de un séquito de cuatro personajes. 

En un espacio privilegiado aparece la Virgen en su papel de intercesora ante Cristo. Junto a ella San Pedro, portando un báculo y una llave de gran tamaño, y un abad no identificado, posiblemente Oldoric, promotor de las obras cuando se labró el tímpano. Sobre ellos cuatro ángeles sujetando cartelas con referencias a las tres virtudes teologales, fe, esperanza y caridad, y una alusión a la humildad.


Los suplicios continúan en el registro intermedio, donde dos ángeles armados impiden a los condenados escapar del Infierno, uno portando un escudo y una espada y otro una lanza estandarte. Junto a ellos, otros dos ángeles orientados a Cristo, uno portando el Libro de la Vida y otro agitando un incensario. Más a la derecha, a dos niveles; arriba un abad aferrado a su báculo es devorado por un monstruo y unos monjes son atrapados con una red por otro demonio; a su derecha es pisoteado un hereje que porta un libro; junto a él un falsificador de moneda es tirado de la barba. Más abajo aparece un rey desnudo atrapado por un diablo que burlonamente se arrodilla ante él. A su lado son humillados dos monjes indignos, en el extremo dos diablos burlones cuelgan por los pies a los borrachos.


La secuencia de abajo comienza con la figura de San Miguel pesando los pecados y un ángel, a la izquierda del tabique central, abriendo la puerta del Paraíso a los elegidos y conduciéndoles de la mano al interior de un edificio con seis arquerías y lámparas colgantes. Bajo la arquería central aparece Abraham acogiendo en su seno a dos jóvenes santos, mientras que a los lados se colocan por parejas profetas, apóstoles y santas, dos de ellas portando tarros de ungüentos.



En el nivel más bajo, vemos el Paraíso, en la parte central a la izquierda,  un ángel que permite la entrada a los elegidos y, a la derecha, un demonio que arroja a los condenados a las fauces del infierno.



En un espacio caótico presidido por la figura central de Satanás, al que un diablo cuchichea en la oreja mientras sujeta una serpiente entre sus genitales y pisotea a un hombre barbado. A su lado aparece el castigo de los siete pecados capitales. La soberbia a la izquierda, representada por un caballero desmontado a golpes de su caballo y a su lado la lujuria, con una mujer adúltera con los pechos al aire y el cuello amarrado al de su amante; la avaricia, con un ahorcado con la bolsa de dinero al cuello; la envidia, con un calumniador al que cortan la lengua; la ira, con un personaje al que un diablo hace burla golpeando su cabeza; la pereza, representada por un hombre acostado al que otro diablo sume entre las llamas. En el extremo derecho la gula, con un goloso empujado sobre la olla. Sobre el dintel una frase amenazadora: "Pecadores, si no cambiáis vuestras costumbres, sabed que sufriréis un juicio temible".


Podemos contemplar a Santa Fe bajo la mano de Dios, junto a unas cadenas de prisioneros a los que ella ha liberado. 


Afortunadamente esta obra maestra de la escultura románica, se conserva completa y en muy buenas condiciones, a pesar de que a finales del siglo XIV fuera trasladada desde su ubicación original y colocada bajo un gablete con función de pórtico.
  •   BIBLIOGRAFÍA


http://temasycomentariosartepaeg.blogspot.com.es/p/blog-page_220.html
https://arte.laguia2000.com/arquitectura/iglesia-de-santa-fe-de-conques
https://aquicoral.blogspot.com.es/2013/09/timpano-de-santa-fe-conques-escultura.html
http://temasycomentariosartepaeg.blogspot.com.es/p/blog-page_516.html
Imágenes de Google


No hay comentarios:

Publicar un comentario