COMENTARIO
ARTÍSTICO DE UNA PINTURA. LA NOCHE ESTRELLADA.
INTRODUCCIÓN.
La noche estrellada es la obra maestra del
pintor postimpresionista Vincent van Gogh.
El cuadro muestra la vista exterior durante la noche desde la ventana del
cuarto del sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence,
donde se recluyó hacia el final de su vida. Sin embargo, la obra fue pintada
durante el día, de memoria. Data de mediados de 1889,
trece meses antes de la muerte de van Gogh. Desde 1941 forma parte de la
colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Considerado como el magnum opus de van Gogh, el cuadro ha sido
reproducido en numerosas ocasiones, siendo una de sus obras más conocidas.
COMENTARIO.
Esta obra nos muestra una vista nocturna de
Saint Remy, hospital psiquiátrico donde el autor estuvo internado durante
ciertas temporadas. Este paisaje corresponde, más concretamente, a la visión
que Van Gogh veía cada noche desde la ventana de su habitación en el hospital.
La obra se divide en dos planos bien diferenciados por las montañas
representadas al fondo. El primer plano es el cielo estrellado, protagonista de
esta obra, que ocupan más de la mitad del cuadro. El plano inferior corresponde
al pueblo, con casas de trazos rectos y donde destaca el campanario vertical
que rompe la horizontalidad del cuadro. Y finalmente, en primer plano aparecen
cipreses, muy presentes en las obras de Van Gogh en esta época.
Este es uno de sus últimas obras, por lo tanto,
y como se puede observar, tras aprender la técnica impresionista aclara su
paleta y pinta temas más agradables. Además siente una gran admiración por la
desenvoltura de las estampas japonesas. Todas estas características se pueden
apreciar en la obra. La composición tiene una peculiaridad, y es que al situar
las montañas, línea de separación de los dos planos en la obra (cielo y
pueblo), el autor le da un gran protagonismo a la noche estrellada situado
sobre el pueblo, de ahí el nombre de la obra. Además el encuadre está realizado
desde un punto de vista bajo. Los cipreses y el campanario del pueblo,
verticales, son el punto de unión.
La obra presenta un gran dinamismo a causa de
esta línea ondulada y sinuosa no solo de las estrellas sino también del orbe
central en el cuadro. Aun así el equilibrio está presente en el cuadro gracias
a la quietud que nos transmite el trazo recto de las casas y la verticalidad
del campanario y de los cipreses y el dinamismo del cielo. El color es intenso
y vivo, hasta el punto de llegar a ser agresivo, transmitiendo las emociones
del autor. Pero no los mezcla, son puros y simbólicos. El amarillo intenso de
las estrellas crea un gran contraste con el azul del cielo. La pincelada es
sinuosa, gruesa y espesa, con la que pinta formas serpenteantes como en las
estrellas aunque también trazos rectos como en las casas, aunque con menos
frecuencia, además de ser corta. En el cuadro se puede observar una cierta
profundidad, debido al tamaño del ciprés en primer plano frente al pequeño
pueblo del fondo, aunque no es muy destacada.
Es una obra figurativa ya que se representa una
imagen que puede ser reconocida como lo es una noche estrellada. En cuanto a la
expresividad en este cuadro hay ciertas características que se asocian con la
personalidad del autor y su posterior suicidio tres meses después: el
dinamismo, la sinuosidad y la agitación, su mente cercana a la locura, al desequilibrio y a la angustia.
Además, los colores tan vivos, expresan los estados de ánimo del
autor. Y por último, los cipreses
junto con los cuervos representan la muerte del autor, la cual está próxima
pues la obra la realiza tres meses antes de su muerte.
BIBLIOGRAFÍA.
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