EL TALLER DEL PINTOR
El taller
del pintor es una obra realizada por Gustave Courbet en 1855, por lo tanto se
enmarca dentro del Realismo. Este cuadro de gran formato fue realizado en solo
seis semanas y lleva como subtítulo " alegoría real de siete años de vida
artística".
Courbet presentó varias obras a la Exposición Universal de Paris de 1855, muchas fueron
aceptadas pero fueron rechazadas esta obra y el
Entierro en Ornans. Ante tal
circunstancia Courbet se negó a participar
y montó una contraexposición que se llamó " Pabellón del
Realismo", en la cual este cuadro fue clasificado como vulgar.
En cuanto a
la composición, podemos observar que en el centro se encuentran el pintor, su
modelo y los recuerdos dispersos de su pasado. Sobre el caballete figura un
paisaje del Franco Condado, más precisamente un paisaje de Ornans que Courbet
está pintando, dando privilegio a sus orígenes, su medio, su paisaje natal. El
artista se sienta sobre una silla, de perfil. Courbet interpreta en este cuadro
el papel de mediador, de regulador.
A sus pies
hay un gato blanco. Delante de este paisaje de Ornans, un pastorcillo del
Franco Condado con los pies desnudos y con el cabello desgreñado, mira el
lienzo, simbolizando la inocencia y la vida. A la derecha del pintor hay una
mujer desnuda, su modelo, que observa al pintor trabajando; se encuentra de
perfil, con las dos manos agarra un gran paño que arrastra sobre el suelo. La
modelo desnuda y el niño serían los espectadores ideales, pues representan la
percepción genuina, sensorial de la verdad.
Las personas representadas al lado izquierdo
son «gentes que viven de la muerte», aquellos a quienes el mundo del arte les
resulta indiferente, y se puede observar a: un cazador, que está en el centro y
se parece extrañamente a Napoleón III. Su perro observa un sombrero y un puñal
que simbolizan la poesía romántica, mientras que una máscara funeraria sobre un
diario representa la prensa.
Enfrente,
encontramos una irlandesa dándole el pecho a un niño, alusión a la gran
hambruna de 1845 en Irlanda, o más simplemente a la miseria en general.
Delante, un rabino representa la religión hebraica y un segundo judío, el
comercio. Este último ofrece una estola a un burgués, llevando un sombrero de
copa, sentado.
Entre los
otros símbolos y figuras alegóricas de este lado de la obra, se puede
igualmente remarcar un jergón para el teatro y un sacerdote para la religión
católica. En el fondo, siempre a la izquierda, se encuentra un segador y un
terrateniente simbolizando la vida de los campos o quizá de las naciones en
lucha por su independencia (Italia, Hungría, Polonia), un enterrador (Émile de
Girardin, fundador de periódicos populares, tenido por «fossoyeur de la
République» (sepulturero de la República) por haber apoyado a Luis Napoleón
Bonaparte en 1851), un obrero desempleado simbolizaría el paro, un republicano
de 1793 y una mujer pública (desnuda) el
vicio. Todo este lado izquierdo está lleno de alegorías reales que representan
diversas esferas de la vida.
Los
«simpatizantes» de Courbet, los que ven con simpatía el mundo del arte, se
encuentran a la derecha. Son, en total, doce personajes. En primer plano,
Charles Baudelaire, leyendo sentado en una mesa; simboliza la poesía. A su lado
una pareja burguesa visitando el taller, son pues aficionados mundanos. Algunos
reconocen en ellos a la pareja Sabatier, coleccionistas de Montpellier y
furieristas militantes. A sus pies, su niño lee y escribe, es la infancia
estudiosa. En medio del grupo una pareja se abraza representando el amor libre.
Champfleury, el amigo del pintor, se encuentra sobre un taburete y representa
la prosa, su dominio artístico.
En el fondo,
Proudhonm con sus finas gafas por la filosofía social, Promayet por la música,
Max Buchon por la poesía realista, Urbain Cuenot, un amigo íntimo de Courbet, y
por último, Alfred Bruyas (el mecenas de Montpellier).
En cuanto a
la luz penetra en la estancia por la ventana de la derecha iluminando a los
personajes de la derecha, los amigos del pintor, y se oscurece a medida que
avanzamos hacia la izquierda; de hecho la tela es bastante oscura ya que el
pintor tenía la costumbre de imprimar primero el lienzo en negro y después
realizar las zonas más claras.
La paleta
está dominada por las tonalidades terrosas y negras, el empaste es cargado con
una gran cantidad de pintura que si bien no confiere el gusto acabado de las
corrientes academicistas se presenta con gran fuerza ante el espectador.
Courbet vivió
la revolución de 1848 , la instauración de la II República; la restauración de la monarquía con Napoleón
III , la guerra francoprusiana que acaba
con el Segundo Imperio y fue
partidario de la comuna de Paris de 1871
hecho que le llevó al exilio. Los hechos revolucionarios del 48 y el nacimiento
de la nueva clase social del proletariado, la ideología socialista ( era amigo
de Proudhon ) influyeron en su vida y en
su obra.
Bibliografía:
https://es.wikipedia.org/wiki/El_taller_del_pintor
http://temasycomentariosartepaeg.blogspot.com.es/p/blog-page_256.html
https://arte.laguia2000.com/pintura/el-taller-del-pintor-courbet
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