miércoles, 11 de abril de 2018


EL TALLER DEL PINTOR



El taller del pintor es una obra realizada por Gustave Courbet en 1855, por lo tanto se enmarca dentro del Realismo. Este cuadro de gran formato fue realizado en solo seis semanas y lleva como subtítulo " alegoría real de siete años de vida artística".
Courbet  presentó varias obras a la Exposición  Universal de Paris de 1855, muchas fueron aceptadas pero fueron rechazadas esta obra y el  Entierro en Ornans.   Ante tal circunstancia Courbet se negó a participar  y montó una contraexposición que se llamó " Pabellón del Realismo", en la cual este cuadro fue clasificado como vulgar.

En cuanto a la composición, podemos observar que en el centro se encuentran el pintor, su modelo y los recuerdos dispersos de su pasado. Sobre el caballete figura un paisaje del Franco Condado, más precisamente un paisaje de Ornans que Courbet está pintando, dando privilegio a sus orígenes, su medio, su paisaje natal. El artista se sienta sobre una silla, de perfil. Courbet interpreta en este cuadro el papel de mediador, de regulador.

A sus pies hay un gato blanco. Delante de este paisaje de Ornans, un pastorcillo del Franco Condado con los pies desnudos y con el cabello desgreñado, mira el lienzo, simbolizando la inocencia y la vida. A la derecha del pintor hay una mujer desnuda, su modelo, que observa al pintor trabajando; se encuentra de perfil, con las dos manos agarra un gran paño que arrastra sobre el suelo. La modelo desnuda y el niño serían los espectadores ideales, pues representan la percepción genuina, sensorial de la verdad.

Las personas representadas al lado izquierdo son «gentes que viven de la muerte», aquellos a quienes el mundo del arte les resulta indiferente, y se puede observar a: un cazador, que está en el centro y se parece extrañamente a Napoleón III. Su perro observa un sombrero y un puñal que simbolizan la poesía romántica, mientras que una máscara funeraria sobre un diario representa la prensa.

Enfrente, encontramos una irlandesa dándole el pecho a un niño, alusión a la gran hambruna de 1845 en Irlanda, o más simplemente a la miseria en general. Delante, un rabino representa la religión hebraica y un segundo judío, el comercio. Este último ofrece una estola a un burgués, llevando un sombrero de copa, sentado.

Entre los otros símbolos y figuras alegóricas de este lado de la obra, se puede igualmente remarcar un jergón para el teatro y un sacerdote para la religión católica. En el fondo, siempre a la izquierda, se encuentra un segador y un terrateniente simbolizando la vida de los campos o quizá de las naciones en lucha por su independencia (Italia, Hungría, Polonia), un enterrador (Émile de Girardin, fundador de periódicos populares, tenido por «fossoyeur de la République» (sepulturero de la República) por haber apoyado a Luis Napoleón Bonaparte en 1851), un obrero desempleado simbolizaría el paro, un republicano de 1793 y  una mujer pública (desnuda) el vicio. Todo este lado izquierdo está lleno de alegorías reales que representan diversas esferas de la vida.

Los «simpatizantes» de Courbet, los que ven con simpatía el mundo del arte, se encuentran a la derecha. Son, en total, doce personajes. En primer plano, Charles Baudelaire, leyendo sentado en una mesa; simboliza la poesía. A su lado una pareja burguesa visitando el taller, son pues aficionados mundanos. Algunos reconocen en ellos a la pareja Sabatier, coleccionistas de Montpellier y furieristas militantes. A sus pies, su niño lee y escribe, es la infancia estudiosa. En medio del grupo una pareja se abraza representando el amor libre. Champfleury, el amigo del pintor, se encuentra sobre un taburete y representa la prosa, su dominio artístico.

En el fondo, Proudhonm con sus finas gafas por la filosofía social, Promayet por la música, Max Buchon por la poesía realista, Urbain Cuenot, un amigo íntimo de Courbet, y por último, Alfred Bruyas (el mecenas de Montpellier).
En cuanto a la luz penetra en la estancia por la ventana de la derecha iluminando a los personajes de la derecha, los amigos del pintor, y se oscurece a medida que avanzamos hacia la izquierda; de hecho la tela es bastante oscura ya que el pintor tenía la costumbre de imprimar primero el lienzo en negro y después realizar las zonas más claras.

La paleta está dominada por las tonalidades terrosas y negras, el empaste es cargado con una gran cantidad de pintura que si bien no confiere el gusto acabado de las corrientes academicistas se presenta con gran fuerza ante el espectador.

Courbet vivió la revolución de 1848 , la instauración de la II República;  la restauración de la monarquía con Napoleón III ,  la guerra francoprusiana que acaba con el Segundo Imperio  y fue partidario  de la comuna de Paris de 1871 hecho que le llevó al exilio. Los hechos revolucionarios del 48 y el nacimiento de la nueva clase social del proletariado, la ideología socialista ( era amigo de Proudhon )  influyeron en su vida y en su obra.

Bibliografía:
https://es.wikipedia.org/wiki/El_taller_del_pintor
http://temasycomentariosartepaeg.blogspot.com.es/p/blog-page_256.html
https://arte.laguia2000.com/pintura/el-taller-del-pintor-courbet

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