martes, 10 de abril de 2018



LA MAJA VESTIDA



Nos encontramos ante una obra del gran autor Francisco de Goya, la obra está realizada en óleo sobre lienzo. Actualmente se encuentra en el Museo El Prado de Madrid y fue realizada entre los años 1800 y 1805.

Podemos ver que presenta ciertas similitudes con respecto a la "maja desnuda" pero, a diferencia de esta, la "maja vestida" fue expuesta en Salones de la Academia de San Fernando y paso a El Prado en 1901. La vibración del color, la delicadeza de los ropajes y la manera de acusar al cuerpo bajo los ropajes la hace más atractiva.  Los transparentes volantes de los almohadones el amarillo y estampado de su rebeca y el rosa de la faja son signos de mención entre la riqueza cromática que Goya desplegó a lo largo de su vida.

La maja es una mujer de la aristocracia, por su traje de alto copete, tumbada en un diván sobre almohadones luciendo una postura claramente sensual por el simple gesto de apoyar sus manos sobre su cabeza.El colorido de tonalidades claras da alegría al cuadro.
Siempre se ha considerado que la representada es la duquesa de Alba con la que convivió y al parecer tuvo intimidades, tras esta convivencia Goya pinto a ambas majas. También ha sido identificada con Pepita Tudó amante de Godoy.

Debido a la pasión que sentía el p
intor de la obra por los toros podemos asemejar la chaqueta que lleva la maja con las chaquetas que portan los toreros.
Goya la pintó con pinceladas sueltas y muy pastosas y libres a diferencia que en la maja desnuda en la que el autor es más cuidadoso en las sombras y la piel. La figura de la maja está bañada con toques de luz que hace destacar las diferentes texturas.

Vemos en la imagen como Goya no da importancia a la habitación si no que se centra en la maja dando más luminosidad a ella y también da importancia al lecho en el que se encuentra la protagonista de la obra para hacer ver la riqueza de texturas, etc.

Para muchos espectadores la maja vestida es mas sensual que la desnuda ya que esta se insinúa más y debido también a sus ropajes ajustados, como ellos dicen más vale insinuar que mostrar.



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