COMENTARIO ARTE BIZANTINO:

CRISTO PANTÓCRATOR

(Santa Sofía)

El Cristo Pantocrátor es una obra pictórica, perteneciente al arte bizantino. Se trata de un mosaico, que nos ha llegado incompleto, representado en la parte sur de la galería alta de la iglesia de Santa Sofía de Constantinopla, junto con otros mosaicos que constituyen la Deesis. Se cree que se realizó en el año 1261.

Esta obra de motivo religioso, perteneciente a la Segunda Edad de Oro (siglo X al XII) del arte bizantino, se considera el comienzo de un período de renacimiento en el arte pictórico del imperio bizantino, debido al contraste con mosaico clásico, pues este tiene mayor riqueza cromática (colores vivos, cálidos) y luminosidad por el uso de un mayor número de teselas, con piezas laminadas de oro, plata y nácar. Además de ser, según el criterio de muchos, el mejor mosaico de la iglesia. Es apreciable que el artista, cuyo nombre se desconoce, fue un maestro y un genio en este ámbito, pues la presencia de profundidad y de efectos cromáticos de ese tipo era algo que no se había realizado antes. También sabemos que el artista estuvo influenciado por el arte de los maestros sieneses, hecho que se evidencia en el difuminado de las formas. Una característica muy común del mosaico bizantino es ese fondo de oro que le otorga a la figura principal un efecto de divinidad religiosa y de levitación. Podemos decir que se trata de una figura plana que no presenta interés en la perspectiva. Cabe destacar que el mosaico presenta un alargamiento de la figura y una expresividad en la mirada (se pretende abandonar el hieratismo de las representaciones) característicos de la segunda Edad de Oro del arte bizantino. En el mosaico completo, Deesis (súplica, plegaria en griego), podemos apreciar también las representaciones de la Virgen, a la izquierda, y de Juan Bautista, a la derecha.

El Pantocrátor, que significa “todopoderoso” en griego, era una de las representaciones más recurrentes. Se retrata a Cristo con aspecto majestuoso, divino, bendiciendo con su mano derecha y sosteniendo el evangelio con la mano izquierda.  Su mirada es de carácter severo, imponiendo así respeto. La aureola que rodea su cabeza está acompañada por la cruz orlada, que es el símbolo de su pasión. A los lados del nimbo encontramos las letras griegas “O, ω, N” que significa: “el que es”. El Pantocrátor bizantino siempre iba vestido con una túnica de color púrpura, que estaba acompañada por una franja de oro y todo él ceñido con un manto azul. La púrpura y el oro, atributos reservados en la antigüedad al Emperador, ponen de manifiesto la realeza divina de Cristo. Aparte de esto, también es representada la encarnación, pues la franja dorada es una alusión a un pasaje bíblico del Apocalipsis: “Al volverme, vi siete candeleros de oro, y en medio de los candeleros a un Hijo de Hombre, vestido de una túnica de talar, ceñido al talle con un ceñidor de oro”. De esta forma, el azul simboliza la naturaleza humana de cristo y la misericordia divina:  “Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y lleno de amor. Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para los que le temen”.

Durante la cuarta Cruzada, a principios del siglo XIII, las tropas de la Europa occidental invadieron Constantinopla, encabezadas por Venecia, que vencieron al emperador y eligieron a un nuevo monarca. Este eliminó la iglesia ortodoxa de Bizancio e impuso el rito católico romano.Este sometimiento permaneció durante cincuenta y siete años, hasta que finalmente se restableció de nuevo el catolicismo ortodoxo. De esta forma, el mosaico simboliza el restablecimiento de la fe tradicional bizantina. Su cromatismo, suavidad y expresión de las figuras convierten este mosaico en el más conocido y emblemático de la iglesia de Santa Sofía.

Bibliografía

http://www.elpasodelhombre.com/basilica-santa-sofia-mosaicos-bizantinos/
http://www.artehistoria.com/v2/obras/9227.htm
https://educacion.ufm.edu/anomimo-pantocrator-mosaico-bizantino-1261/