viernes, 1 de diciembre de 2017

ÁBSIDE SANTA MARÍA DE THAULL

Nos encontramos ante una pintura al fresco sobre un muro del ábside de Santa María de Thaull, en los Pirineos leridanos. Se trata de una obra de mediados de siglo XII. Actualmente se exponen en el museo de arte Cataluña, Barcelona. 

Principales características:

Técnica pintura mural al fresco y con retoques de temple, se aplica el color en bandas.
Utiliza colores planos y predomina la gama de blancos, azules, rojos, verdes y amarillos que transmiten una gran fuerza y vivacidad. 

La línea gruesa , oscura, delimita los colores y los planos cromáticos.
No hay perspectiva, no se preocupan por la profundidad ni por la luz. La composición se distribuye en bandas superpuestas y delimitadas.

Tiene una temática religiosa y pretende enseñar la fe a la mayoría de la población.
 

La parte principal de la obra ocupa la mayor parte de la bóveda, así, en la bóveda se representa el tema de la Epifanía, esto es la adoración de los Magos al niño Jesús. 

El centro de la composición lo ocupa la virgen María, en el centro, con una mandorla y lleva en brazos al Niño Jesús, mientras que a su lado se encuentra Melchor y en el izquierdo Gaspar y Baltasar a los que identificamos porque aparecen sus nombres escritos.
En el nivel intermedio, aparecen los apóstoles San Andrés, María, San Pedro, San Pablo y San Juan, este útimo portando el libro del Apocalipsis. 

Los tres últimos los podemos identificar gracias a las inscripciones sobre sus cabezas, aunque en el caso de San Andrés, al carecer de identificación, se hace más dudosa.


Los apóstoles se encuentran bajo una arquitectura fingida de arcos de medio punto sobre columnas que imitan el espacio estrecho y alargado de la ventana.

En la tercera banda, muy deteriorada, aparecen animales y motivos vegetales y por último la franja inferior simula un cortinaje.

La parte superior simboliza el mundo celestial y el carácter divino de la Virgen. Los Santos hacen de intermediarios entre el cielo y la tierra. El resto representa el mundo terrenal, menos importante por lo tanto ocupa un espacio más reducido.

Las pinturas de Santa María de Thaull son un buen ejemplo de los cánones pictóricos del Románico y en concreto del Catalán que tuvo fuerte influencia Bizantina Oriental.

La obra no quiere imitar la realidad si no que quiere enseñar al pueblo la religión Cristiana y lo deben hacer para salvarse. Por eso se representa a la virgen y al niño como alejados, antinaturales,poderos y divinos entre otras características.

Otra característica propia del Románico es la adaptación de la pintura y escultura al marco arquitectónico, la escena principal se pinta en el ábside tras el altar mayor.



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