Madonna Rucellai de Duccio |
La Madonna
Rucellai es una pintura sobre tabla del pintor italiano medieval
tardío Duccio di Buoninsegna de Siena.
Esta tabla fue
encargada a Duccio por la Hermandad de los Laudesi de Santa Maria Novella. En
esta obra las conexiones que presenta Duccio con Cimabue son evidentes, aunque
el pintor sienés se aparta de la vigorosa expresividad del florentino, buscando
un ideal de belleza.
Duccio
Bounisegna (1255/60 – 1319) es uno de los máximos exponentes de la pintura
gótica italiana, y concretamente de la llamada Escuela de Siena, de hecho,
desarrolló prácticamente toda su producción pictórica en esa ciudad toscana.
Sus obras se sitúan en la más estricta tradición eclesiástica y sin duda
responden a la vieja idea de una gracia divina que lleva al idealismo en las
figuras. De hecho, a eso se debe que por regla general sus personajes son de
una estatura muy alargada.
La Madonna
Rucellai es el trabajo más temprano de Duccio del que hay documentación. Estuvo
diseñado para el altar principal de la iglesia, frente a los fieles, pero el
nombre actual refleja su uso más tardío en la capilla Rucellai de la familia
dentro de la iglesia. Se trata de un retablo que muestra a la Virgen sentada en
el trono con el Niño Jesús, flanqueada por dos ángeles de rodillas y con un
fondo de oro de tradición bizantina. Presenta muchos elementos similares a la
Madonna de Cimabue debido a que Duccio fue discípulo suyo. Pero la delicadeza,
el limpio colorido y el movimiento decorativo de la línea ondulada del borde
del manto de la Madonna Rucellai difieren de la de Cimabue. El trono, que se
presenta simultáneamente de frente y de lado, no tiene respaldo y detrás de la
Virgen se coloca un velo. Los ángeles que la flanquean aparecen arrodillados
unos sobre otros, no hay profundidad, ya que Duccio no se preocupa por el
volumen de las formas, sino por el color.
El trabajo mide
4.5 por 2.9 metros. El marco y la pintura están construidos de cinco tableros
de chopo pegados juntos. La túnica de la Virgen está pintada con tempera,
también había sido pintado con azurita, un descubrimiento hecho después de su
limpieza en 1989. Se utiliza el oro para representar la santidad de la familia.
Se ven seis ángeles y están pintados en sombras de verdes, rosa, lila y azul.
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