COMENTARIO CINQUECENTO ITALIANO (RENACIMIENTO): LA VIRGEN DE LAS ROCAS de LEONARDO DA VINCI
‘La Virgen de las Rocas’ es una obra pictórica del Cinquecento realizada por Leonardo Da Vinci entre 1483 y 1486. Se trata de un cuadro de 199 x 122 cm. La técnica que se utilizó inicialmente fue óleo sobre tabla, posteriormente pasada a lienzo. Actualmente se encuentra en el Museo del Louvre. Existen dos versiones sobre este tema, la segunda, posterior, se llevó a cabo entre 1492 y 1508, y se puede ver en la National Gallery de Londres.
Segunda versión de La Virgen de las Rocas (National Gallery, Londres)
Los hermanos pintores Giovanni Ambrogio de Predis y Bartolomeo Scorpione estipularon el contrato para colocar un retablo sobre el altar de la capilla de la Confraternidad en la iglesia de San Francesco Grande. Esta capilla había sido fundada en el siglo XIV por Beatriz d'Este, esposa de Galeazzo I Visconti, y quedó destruida en 1576. Al querera celebrar el día de la Inmaculada Concepción, el contrato estipulaba la realización de tres pinturas, que debían estar acabadas el 8 de diciembre. Ambrogio se encargaba de los dos paneles laterales, con dos ángeles músicos, Evangelista era el encargado de retocar, rellenar y realizar los marcos, y Leonardo, tenía que hacer el panel central, con la Virgen, el ángel y los niños. Como resultado de este trabajo tenemos la primera de las versiones mencionadas, que se exhibe en el Museo del Louvre de París.
La escena representa a la Virgen y al Niño, con la intención de bendecir, acompañado de San Juan orante y de un ángel. La tabla nos muestra la escena como si fuera un arco de medio punto, y así nos permite ver una naturaleza en la que las rocas crean una perfecta arquitectura natural que adorna con las plantas que surgen en ella y recibe vida a través del agua, que es también foco de luz. La composición cerrada forma una pirámide, cuyo vértice superior sería la cabeza de la Virgen, que está ladeada y oculta sus formas corporales bajo amplios ropajes, y que extiende su mano sobre la cabeza de su Divino Hijo. A la derecha de la composición, un ángel con las alas desplegadas muestra al niño San Juan, al que la Virgen acoge con su otra mano situado a la izquierda de la escena. San Juan, en posición orante, rinde adoración al Mesías (en la de la Nacional Gallery, lleva una vara con una cruz). Es característico de Leonardo el uso de un doble foco de luz, uno principal, que vendría de fuera, y otro secundario, en el interior, que recorta las figuras sobre el fondo. Contrasta el uso de colores fríos (azul, verde) y cálidos (naranja, marrones) que dan vitalidad a las personas y acercan los objetos. Utiliza la técnica del claroscuro en la que la luz es creadora de sombras, y mediante la perspectiva aérea divide el espacio en tres puntos, dos en los lados del horizonte y otro hacia abajo. Las figuras constan de un profundo simbolismo que se logra mediante el sfumato, que se trata de una técnica pictórica que se obtiene por aumentar varias capas de pintura extremadamente delicadas, proporcionando a la composición unos contornos imprecisos, así como un aspecto de antigüedad y lejanía. Para Leonardo la luz no se concibe como una gradación paulatina de colores en tonos distintos, sino como una lenta fusión del negro y del blanco, dando lugar a su característico claroscuro. Así logra crear una superficie suavemente aterciopelada.
Las figuras de Leonardo oscilan entre lo femenino y lo masculino, entre lo divino y lo terrenal. Su realismo idealizado llega a una minuciosidad que a muchos expertos recuerda a Van Eyck en el tratamiento de las telas y, en especial, en las plantas. “La Virgen de las Rocas es, indiscutiblemente, un cuadro en "clave", cargado de significaciones herméticas; aunque no simbólicas (...). La caverna era un motivo que fascinaba a Leonardo, como se deduce de varios pasajes de sus escritos: y le fascinaba desde el punto de vista científico o geológico, pero, sobre todo, como "interior" de la tierra, como naturaleza subterránea (...). Quizás los hielos lejanos aluden al remoto pasado del mundo, a una extinguida prehistoria que termina con el nacimiento de Cristo, cuando naturaleza e historia se abren e iluminan, y el misterio inescrutable de lo real se convierte en un secreto que la investigación humana puede llegar a descubrir. Las paredes y las bóvedas de la cueva se abren, y por las hendiduras penetra la luz: ha terminado la era de la vida subterránea y comienza la era de la experiencia”. (Argan Giulio Carlo, historiador del arte, Renacimiento y Barroco).
Leonardo representa una de las grande cimas de la cultura del Cinquecento. Como curiosidad relacionada con el simbolismo de su obra, La Virgen de las Rocas adquiere relevancia cultural por su utilización mediática. En la popular novela El Código da Vinci, escrita por el novelista estadounidense Dan Brown, se cuenta que la versión del Louvre contiene símbolos ocultos que contradicen las creencias cristianas ortodoxas, destacadamente el hecho de que Jesús es mostrado rezando a Juan más que a la inversa. La novela implica que el niño de la izquierda debe ser Jesús más que Juan, porque es el que está con la Virgen. También relata que la Virgen parece estar sosteniendo una cabeza invisible y que el ángel parece estar "cortándole el cuello" con su dedo. Por esta razón la pintura fue rechazada por la Iglesia, y por eso pintó una segunda versión, más ortodoxa. No hay evidencia histórica que apoye ninguna de estas ideas. La única diferencia significativa entre ambas versiones, excluyendo la posterior adición de atributos, es el hecho de que Uriel, el ángel, no señala en la segunda. Sin embargo, es sabido por todos que este autor ha sido protagonista de numerosas polémicas debido al simbolismo que acostumbró a ocultar en un gran número de sus obras.
Bibliografía
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