MONASTERIO DE SAN LORENZO EN EL ESCORIAL
El
arte español del siglo XVI está relacionado con el arte de la
contrarreforma, convirtiéndose éste edificio en el más destacado
de la contrarreforma católica.
En
1557 en la fiesta de san Lorenzo Mártir, las tropas españolas, bajo
las ordenes de Manuel Filiberto de Saboya, logran cerca de San
Quintín una victoria sobre los franceses, con ésto Felipe II
lograría un grado de poder muy similar al que Carlos V logró en la
batalla de Mühlberg diez años antes.
Felipe
II empieza la construcción del edificio dedicando toda su vida a la
defensa de la religión, identificando el edificio contra la herejía.
La
finalidad del edificio, estaba vinculada con el concilio de Trento,
que fue una protesta contra el luteranismo y una defensa de la fe
católica y de la Iglesia, que ya Carlos V iniciaría.
Pero
esto trajo conflictos, con Italia y Francia, de hecho se dice que
durante una de las guerras que se mantuvo con Francia, se destruyó
una pequeñas iglesia dedicada a San Lorenzo, y que por ello, el rey
quiso a modo de tributo, homenajear al santo dedicándole el
edificio.
La
corte por un lado con el absolutismo, la iglesia con el poder que le
caracterizaba en la vida española, y la nobleza que tenía el poder
económico eran los que tenían el poder y dominaban, el arte estaba
en manos pues, de las clases dominantes, pero acabará arraigando en
España con gran fuerza.
Una
de las razones de la construcción del Escorial por mediación de
Felipe II, fue la de conmemorar la victoria de San Quintín en la
festividad de San Lorenzo y así crear un edificio con temática
religiosa en conmemoración del santo y mantener su reino bajo la fe
cristiana y así asegurar las reliquias y los santos que durante la
contrarreforma religiosa eran atacados.
Las
obras comenzaron en 1563 y finalizaron en 1584. Comenzó la obra Juan
Bautista de Toledo, pero al fallecimiento de este en 1567 se hizo
cargo de las obras Juan de Herrera que sería el artífice y creador
de esta magna obra que incluso llegaría a dar nombre a un estilo
propio de arquitectura: el herreriano. La primera piedra fue colocada
el 23 de abril de 1563.
El
propio rey Felipe II participaba en la ejecución de las obras,
supervisaba los planos y acudía con frecuencia a comprobar el
desarrollo de las obras. Sin duda alguna fue una obra personal del
monarca.
El
material utilizado en la construcción fue el granito, material muy
abundante en la zona. Sobre las fachadas este y sur encontramos las
zonas ajardinadas.
La planta del monasterio es un rectángulo. En cada uno de sus
ángulos se alza una torre cubierta por un chapitel puntiagudo de
pizarra. Sobre la torre una bola de metal, veleta y cruz. La planta
adopta la forma de una parrilla, objeto del martirio de San Lorenzo
en cuya memoria esta erigido el monasterio. Las cubiertas se cubren a
doble aguas con ventanas y chimeneas.
Cuenta con cuatro fachadas la norte, este, oeste y sur.
En el centro del monasterio se alza la Iglesia o Basílica, alrededor
de la cual giran la dependencias más importantes del conjunto.
Delante de la iglesia se alza el conocido como Patio de los Reyes,
gran espacio descubierto que junto con la iglesia articula a derecha
y a izquierda todos los elementos básicos del monasterio. Las
fachadas norte y oeste, las mas imponentes y las mas visibles se alza
una gran explanada, mientras que en las fachadas este y sur se abren
a zonas ajardinadas.
La iglesia corresponde a una
planta-salón de nave única y capillas poco profundas entre los
contrafuertes, coronándose con una cabecera poligonal y con un coro
alto (2º piso) a los pies.
El alzado se realiza a través de
sillares de piedra. Los arcos utilizados responden a diversas
tipologías (apuntados, conopiales, carpaneles y mixtilíneos, estos
últimos en el claustro), con tracerías flamígeras (recargadas y
con formas en S o doble curva, especialmente visibles en el claustro
bajo).
En cuanto a la iglesia responde a un
alzado bipartito en donde ha desaparecido el triforio sustituido por
una crestería, con amplios vanos en el clevistorio que, sin embargo,
dejan gran importancia al muro.
Los pilares son fasciculados, con
numerosos baquetones, alguno de ellos aristados que se decoran con
capiteles corridos a varias alturas.
En el exterior se observa más
claramente un predominio del muro, así como la decoración flamígera
en pináculos, cresterías y arcos ciegos, con contrafuertes adosados
al muro y pequeños arbotantes hacia el claustro.
La cubierta de la iglesia se realiza a
través de bóvedas estrelladas, siendo más espectacular la que
corona, sobre trompas, el cimborrio (pues en alzado se observa una
cruz latina de brazos muy poco desarrollados).
En el piso bajo del claustro aparecen
bóvedas de terceletes, mientras que el segundo piso se cubre con
techumbres de madera de inspiración mudéjar, siendo cubierta la
escalera de comunicación con una cúpula de media naranja decorada
con casetones y apoyada sobre pechinas.
La decoración es exuberante con una
tendencia al horror vacui. Los motivos más repetidos son los
vegetales (pilares fasciculados, intradós de los arcos...) con una
talla muy profunda, los motivos heráldicos (escudos de los Reyes
Católicos, letras iniciales de ambos monarcas...), esculturas (como
las del claustro, cobijadas bajo doseletes, o la de la entrada, que
representa a la muerte, gárgolas) y otros motivos de origen mudéjar
(lacerías en las techumbres, atauriques, ...) o renacentistas (en la
escalera, como máscaras y veneras).
El Monasterio pertenece a la fase
flamígera del gótico (arcos conopiales, bóvedas estrelladas,
alzado bipartito, complicadas tracerías...) a la que se añaden
elementos mudéjares (epigrafías, lacerías, techumbres de
madera...) conformando una variante puramente española de dicho
estilo denominada estilo hispano flamenco, al que incluso llegan a
añadirse elementos renacentistas.
Nos encontramos, por tanto, en la fase
más barroca del estilo, donde comienza a primar lo decorativo sobre
lo estructural, perdiendo alguna de las características de su fase
clásica, más preocupada por la luz y la verticalidad que en este
momento se están perdiendo a favor de la decoración, especialmente
escultórica. Por otro lado, la presencia del coro alto y a los pies
será copiado con posterioridad casi conviertiéndose en una
costumbre en los siglos XVI y XVII (Iglesia del Monasterio del
Escorial).
A todo esto habría que añadir una
fuerte carga política, típica del reinado de los Reyes Católicos,
que buscan en el arte una propaganda de la monarquía (el monasterio
conmemora la batalla de Toro en la guerra civil entre Juana la
Beltraneja y la reina Isabel, colocándose en el mismo centro del
antiguo barrio judío que se estaba remodelando tras su expulsión en
1492). A esta función propagandística corresponde la abundancia de
escudos, iniciales y otros motivos que llenan el templo y claustro, y
observable en otros monasterios de la misma época (Iglesia de los
Jerónimos de Madrid, Cartuja de Miraflores en Burgos con esculturas
de Gil de Siloé, Capilla Real de Granada...).
Si observamos la planta podremos
advertir su perfecta regularidad. Enmarcado en un rectángulo, sólo
sobresalen de él, al oeste, el volumen dedicado al palacio y, al sur
(no registrado en planta) la galería de convalecientes. El resto de
las dependencias se organizan en torno a un sistema de patios con
cuatro torres cuadrangulares en los ángulos.
Todo el edificio se organiza en torno a
un eje de simetría axial en donde se encuentran las principales
zonas significativas. Desde la portada principal, y sobrealzada en un
segundo piso, se encuentra la biblioteca que comunica, a la
izquierda, el colegio (la cultura) con el claustro del monasterio (la
religión).
Si seguimos avanzando ingresamos en el
Patio de Reyes que sirve de atrio (al modo de las basílicas
paleocristianas) a la fachada de la iglesia que se encuentra coronada
por los reyes del Antiguo Testamento, entre ellos David (rey guerrero
asimilado a la figura de Carlos V) y Salomón (rey prudente y sabio
como imagen de Felipe II).
La gran basílica tiene, en los pies,
un vestíbulo sobre el que se encuentra (en la segunda planta) el
coro de los monjes. La planta de la iglesia es cuadrangular con una
cruz griega inscrita en cuyo centro se encuentra una gran cúpula
sujeta por cuatro grandes pilares achaflanados (con las esquinas
recortadas para dar mayor visibilidad). La cabecera es plana (para
luego añadirla un retablo) y elevada sobre una escalera.
En este punto se unen las principales
ideas del monumento. Es el lugar divino (se encuentra el altar y la
custodia), el lugar real (a su derecha se abre una ventana que lo
comunica con la habitación de Felipe II, estando, además, adornados
los laterales por esculturas arrodilladas de Felipe II y Carlos V), y
el de la monarquía (bajo el suelo, como una cripta, se encuentra el
panteón real en donde se encuentran enterrados los reyes hispanos).
De esta forma se unen poder (rey) y sus dos grandes justificaciones:
la religión y la tradición.
A ambos lados de la basílica se
encuentran otros dos patios, el izquierdo muy reformado, y el derecho
que sirve de claustro al convento (Patio de los evangelistas, con un
templete central que recuerda a San Pietro in Montorio de Bramante).
El final del eje lo ocupa el palacio,
de nuevo en torno a un patio (el de Mascarones) y con dos laterales
(llamados secretos)
El alzado es sobrio. El material
utilizado es la piedra cortada en sillares perfectos, con pizarra en
los tejados y chapiteles, según el modelo de los Países Bajos.
Los vanos, en gran parte, son
adintelados, utilizando también el de medio punto, apareciendo los
vanos termales recogidos de Miguel Ángel.
Por lo general, se prefiere el muro
plano, sin casi articulación, dividido por pilastras .
En el interior de la iglesia se utiliza
la pilastra (gigante y doble, al modo miguelangelesco) de orden
dórico.
En la fachada, para realzarla, se
utilizan columnas adosadas con alternancia de órdenes en altura. Son
de orden gigante (influencia de Miguel Ángel) y pareadas. La unión
de ambos pisos se realiza a través de volutas, coronando todo el
conjunto por un frontón decorado por pirámides y bolas.
Las cubiertas son, por lo general, de
cañón con lunetos derivados del Gesú.
El crucero de la basílica se cubre con
cúpula sobre pechinas que apean en los grandes pilares.
En el exterior, su perfil es apuntado,
con tambor con dobles columnas que se repiten en los nervios dobles,
uniéndose en la linterna, (influencia de la cúpula del Vaticano de
Miguel Ángel).
En los tejados a dos aguas se utiliza
la pizarra con buhardillas y verticales chimeneas de planta
trebolada.
En las torres (y también de origen
flamenco) complejos tejados de pizarra de múltiples planos
(chapitel)
La decoración exterior es sumamente
sobria, restringiéndose a motivos geométricos (bolas,
pirámides...).
Se trata de un estilo desornamentado en
donde se trata de no enmascarar lo constructivo. Al espectador se le
pretende dar un visión geométrica y desnuda de la arquitectura,
realizada a través de volúmenes simples y repetidos de forma
matemática (canon).
Es el límite de lo intelectual y
abstracto, en donde casi desaparecen los órdenes, todo regido por la
recta y las relaciones luz sombra eternamente repetidas que tanto
éxito tendrá en la Europa Manierista que busca un estilo severo que
represente la pureza de la religión salida de Trento.
En el interior aparecen las artes
figurativas con claras intenciones propagandísticas del rey y la
religión. Los techos se cubren de frescos de artistas italianos
manieristas que significarán todo un banco de pruebas del que saldrá
el futuro arte barroco.
La gran escultura monumental (en
bronce, al contrario del material típico hispano, la madera) la
realizará la familia Leoni, con retratos de los reyes y santos.
El retablo (trazado por Herrera)
responde a un modelo clásico de alternancia de órdenes, dominado
por la recta.
La fachada principal: Se caracteriza
por su clasicismo, por su respeto del orden de las medidas. Se
diferencian dos cuerpos, en el inferior vemos una puerta adintelada
con entablamento, vemos ocho columnas de orden gigante cuatro a cada
lado de la puerta. Entre los intercolumnios diversas hornacinas
vacías y ventanas algunas de ellas cegadas. Separando el piso
inferior del superior, tenemos una línea de entablamento. En el
superior hay cuatro columnas de orden gigante sobre plinto respetan
la línea vertical de las columnas del nivel inferior. Vemos también
el escudo real de Felipe II y por encima la imagen de San Lorenzo en
una hornacina. Esta coronado por un frontón triangular con
decoración típica herreriana en sus vértices. Encontramos a cada
lado del segundo piso, cuatro picos sobre plinto rematados en
esferas, respetando la línea vertical de las columnas del nivel
inferior. Se aprecia equilibrio entre la verticalidad y la
horizontalidad.
El Patio de los Reyes: Nos encontramos
ante este patio tras pasar las puertas del Palacio. Vemos una fachada
con columnas de orden gigante y dórico adosadas, de las que destaca
el detalle de las dos columnas de los vértices que rematan la
composición. Vemos tres entradas con arcos de medio punto sencillo y
por encima vanos adintelados. Acto seguido, encontramos un
entablamento. El cuerpo superior destaca por sus seis esculturas que
van en la línea vertical de las columnas del cuerpo inferior. Las
esculturas tienen un carácter idealizador, tienen un trabajo
realista de los pliegues y se comunican entre sí con cierto
dinamismo, pero sus rostros son inexpresivos. Las esculturas son:
David, Salomón, Ezequías, Josafat, Josías y Manasés. Los seis son
los Reyes de Israel. Rematando la composición hay un frontón
triangular cortado en la base, en el centro, por un arco de medio
punto.
La Basílica del Escorial: Es una
Basílica de planta de cruz griega.Las naves del templo se cubren
mediante bóvedas de cañón soportadas por arcos perpiaños. Todo
ello gravita sobre los muros perimetrales y sobre cuatro gruesos
pilares dóricos centrales . El espacio que definen, a modo de
crucero, se cierra mediante una cúpula circular sostenida por cuatro
pechinas; en él se abren ocho ventanales que proporcionan luz
natural.
Destacamos una línea de entablamento
monumental que recorre todo el muro.También hay que destacar en el
interior del templo: esculturas, retablos en especial al Retablo
Mayor, la pintura al fresco de la bóveda del Coro
Panteón de Reyes o Cripta. Situado
bajo el Altar Mayor. Se trata de una habitación de traza poligonal,
en uno de cuyos lados figura un pequeño altar. En nichos y
distribuidos en diversas alturas, los sarcófagos con los restos de
los reyes y reinas de España.
La Biblioteca: Situada en una sala
situada exactamente sobre la entrada principal de la fachada oeste.
En la portada hay una inscripción que amenaza con pena de excomunión
a todo aquel que saque algún libro u objeto depositado en la sala.
Destaca en el centro una esfera de madera, realizada en Florencia.
También cinco mesas cuadradas de mármol con cercos de bronce del
siglo XVII. Se cubre la estancia con bóveda de cañón y los suelos
son de mármol. La bóveda de la sala esta compartimentada en siete
espacios, cada uno de ellos representa una de las siete Artes
Liberales, representada por una matrona a la que acompañan diversas
figuras alegóricas al arte al que pertenecen. Estas Artes son: la
Gramática, la Dialéctica, la Historia, la Aritmética, la
Geométria, la Astronomia y la Música.
El edificio cuenta con más
dependencias como: Salas Capitulares, Patio de los Evangelistas,
Palacio de los Borbones, Sala de las Batallas, Palacio de los
Austrias y Casita del Infante.
http://seordelbiombo.blogspot.com.es/2014/05/analisis-y-comentario-monasterio-de-san.html
http://seordelbiombo.blogspot.com.es/2015/02/analisis-estilistico-del-escorial.html
http://benaventearte.blogspot.com.es/2011/04/real-monasterio-de-san-lorenzo-de-el.html
http://historiadelartebachiller.blogspot.com.es/2012/12/el-escorial.html
http://seordelbiombo.blogspot.com.es/2014/05/analisis-y-comentario-monasterio-de-san.html
http://seordelbiombo.blogspot.com.es/2015/02/analisis-estilistico-del-escorial.html
http://benaventearte.blogspot.com.es/2011/04/real-monasterio-de-san-lorenzo-de-el.html
http://historiadelartebachiller.blogspot.com.es/2012/12/el-escorial.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario