jueves, 11 de enero de 2018

COMENTARIO RENACIMIENTO: QUATTROCENTO

VENUS Y MARTE


Venus y Marte” es una pintura al óleo y temple sobre tabla, realizada por Sandro Botticelli, perteneciente al estilo renacentista, concretamente al Quattrocento. Fue pintada en 1843, y actualmente se encuentra en la National Gallery de Londres.

En el cuadro se representa una escena en una pradera, con un bosque de mirtos al fondo (el árbol de Venus). Venus, (diosa del amor), aparece totalmente vestida y perfectamente peinada, con un lujoso vestido blanco y dorado y tumbada junto a Marte, (dios de la guerra), que aparece desnudo, con un trapo blanco sobres sus genitales. Mientras Venus, que está más incorporada, vigila a Marte, éste, duerme profundamente. Alrededor de ambos se encuentran unos pequeños sátiros, que juegan traviosamente con armaduras.

Podemos observar cómo en el cuadro predomina la línea sobre el color. Además, descata el detalle y la minuciosidad con la que ha sido tratada la obra. El color, armonioso y bien extendido, abarca una gran gama cromática. Todo en el cuadro es suavidad y dulzura.

La composición sigue los parámetros renacentistas de equilibrio y elegancia. Las figuras de Venus y Marte están tendidos en posición simétrica. Entre ellos, un triángulo invertido cerrado por la lanza que llevan los tres faunos. Por otro lado, hay pasividad y actividad en ambas figuras. Marte está pasivo, pues duerme, mientras Venus, vigilante, está activa; por contraposición, la diagonal que traza el cuerpo de Venus, desde lo alto de la izquierda hacia abajo, muestra reposo, mientras que la línea oblicua de Marte, que desde abajo a la izquierda asciende hasta arriba a la derecha, es claramente activa.

La perspectiva ha sido perfectamente lograda en todo el conjunto disponiendo los personajes en distintos planos y con un fondo en el que se desdibujan a la lejanía las montañas. Una luz cálida baña el conjunto otorgándole aún más calidez y unidad a la composición.

La temática de la pintura es claramente mitológica, y presenta un fuerte significado simbólico. Se trata de la representación de una victoria amorosa, del mensaje neoplatónico de que el amor ha vencido a los horrores de la guerra y de la violencia. Tal y como cuenta el mito, Venus y Marte eran amantes, y la pintura puede representar el triunfo del amor sobre la guerra, consiguiendo Venus distraer a Marte de sus acciones bélicas e incluso que los sátiros utilicen sus armas como juguetes. Uno de los sátiros intenta despertarle soplando una concha en su oído mientras otros dos roban la lanza del dios, un cuarto se prueba el casco y un quinto sale gateando de la coraza, mirando con un gesto cargado de picardía.

Las presencia de avistas, y la representación de un tema amoroso, lleva a pensar que esta pintura fue posiblemente encargada con ocasión de una boda de la familia Vespucci, la cual había adoptado la avispa en su escudo de armas. Por su apaisado formato, es posible que la obra formara parte de un "espaldar" que adornaría el dormitorio de los novios, ya que este formato apaisado no es nada adecuado para una representación con tan pocas figuras.

Obras como el "Nacimiento de Venus" , la "Primavera", "Minerva y el Centauro", la "Calumnia" o esta composición que conserva la National Gallery de Londres forman parte de la iconografía renacentista más conocida por el gran público, estando a la misma altura que las obras religiosas.

Bibliografía:




CRISTINA MORENO ALGAR, 2ºBACH C.

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