COMENTARIO
ARTÍSTICO DE UNA PINTURA. LAS TRES GRACIAS.
INTRODUCCIÓN.
Las Tres Gracias es una obra barroca. Más
concretamente, el autor pertenece a la escuela de Holanda: la pintura flamenca.
Dentro de la producción de Pedro Pablo Rubens, “Las Tres Gracias” pertenece a
su estilo final.
COMENTARIO.
Rubens realiza esta obra entre 1630-1635 y es un
óleo sobre tabla de madera de roble. En esta obra se puede observar la
influencia de Tiziano en Rubens y su aprecio por el desnudo femenino. Podemos
encontrar a las tres hijas de Zeus y
Eurymone: Aglaya, Talía y Eufrosine. Dos de ellas representadas de perfil y
otra de espalda. Las gracias siempre aparecen desnudas pues, según Rubens, la belleza no debe
ocultarse. No se sabe realmente qué simbolizan. Hesíodo las relaciona en la
Ilíada con Afrodita, por lo que en ese caso simbolizarían el amor, la fertilidad
y la sexualidad. Pero también son relacionadas con la generosidad y la amistad
al recibir y otorgar dones. Rubens las sitúa en un escenario, donde aparece
representado un amorcillo sujetando una cornucopia de la que sale agua y una
guirnalda de flores. Al fondo se puede observar un paisaje con ciervos y en
primer plano las Gracias. Ningún elemento distrae su contemplación ya que sus
cuerpos ocupan todo el espacio.
La pincelada en este cuadro es suelta, de
textura lisa y brillante. En esta obra predomina el color sobre la línea. Se
muestra un color de gran intensidad y riqueza (influencia de los venecianos),
con predominio de las gamas cálidas, además de ser brillante y luminoso. La
obra tiene gran dinamismo, que se puede apreciar en los escorzos y las posturas
de las gracias y la presencia de ondulaciones y diagonales. La profundidad es
continua y el pintor la consigue a través de la perspectiva aérea. Existe
hegemonía de la luz, a la que se supeditan las formas y los contornos. La luz
es natural incidiendo sobre los cuerpos, figuras iluminadas y resplandecientes,
lo que hace que destaquen sobre el fondo. Además, la luz contribuye a reforzar
el volumen de los cuerpos de las gracias.
En cuanto a la composición, hay claridad
compositiva pues se eliminan los personajes secundarios, dándole más
protagonismo a las tres gracias. La disposición de las gracias forma un
triángulo, con la gracia de espaldas como eje central.
En cuanto a la función es un cuadro decorativo
privado. La obra entró en la colección real de Felipe IV a través de la venta
de los bienes del artista tras su muerte en junio de 1640, y actualmente se
encuentra en el Museo del Prado de Madrid.
Obra de gran naturalismo y realismo, ya que se
representa la naturaleza y la realidad tal y como son. Las gracias están
representadas con un peinado de la época, desnudas y reunidas, conectadas entre
sí por lo brazos. Las miradas son una novedad que capta la psicología de las
gracias. Las figuras femeninas de Rubens son de carnes generosas pero proporcionadas,
rosadas y sensuales. Rubens representa a lo que él pensaba era la mujer ideal.
La gracia central está cubierta por una tela de gracia transparente y en el
árbol también podemos observar telas con múltiples ondulaciones y pliegues. Esta obra influyó en épocas
posteriores, especialmente en Francia, donde artistas como Watteau, Delacroix y
Renoir demostrarán en sus composiciones que admiraba a este autor.
BIBLIOGRAFÍA.
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