LA VENUS DEL ESPEJO
Se trata de un óleo sobre lienzo, pintado por Diego Velázquez
en el Barroco español. Su tema es mitológico, ya que representa a la diosa Venus
desnuda recostada en unas sábanas de color gris sobre un lecho protegido por
una cortina carmesí y a su hijo Cupido, el cual está sujetando un espejo en el
que se refleja el rostro difuminado de Venus.
El cuerpo femenino, en primer plano, atraviesa
horizontalmente el cuadro. Desde el pie izquierdo de la Venus comienzan su
recorrido líneas que siguen los contornos del cuerpo femenino y remarcan su
sensualidad repitiendo sus curvas en los tejidos que le rodean, hacia la
derecha, deslizándose por los pliegues de la colcha y los contornos del cuerpo
recostado, y hacia arriba hasta alcanzar los bordes del cortinaje rojo. La
figura del Cupido cierra la composición verticalmente y la equilibra.
Cupido aparece
sin su acostumbrado arco y flechas, gordito e ingenuamente respetuoso, tiene en
sus manos una cinta rosa de seda que está doblada sobre el espejo y
se riza sobre su marco. Su función ha sido objeto de debate por los
historiadores del arte. En general, se cree que sería una especie de atadura,
un símbolo del amor vencido por la belleza.
Algo muy
llamativo de esta composición es el espejo que sostiene Cupido, en el que la
diosa mira hacia afuera, al espectador de la pintura a través de su
imagen reflejada en el espejo. Y el espectador, a su vez, puede ver en
el espejo el rostro de la diosa, difuminado por el efecto de la distancia, y
solo revela un vago reflejo de sus características faciales.
Las figuras son proporcionadas
y con una clara tendencia a la idealización. Sin excesiva expresividad se busca, ente todo, la
sensualidad conseguida por medio de las posturas relajadas y el exquisito tratamiento de las texturas y en
cuanto a la perspectiva no es muy profunda, y se desarrolla en diagonal.
En cuanto al color, predominan el blanco, el negro y
el rojo, aunque en una extraordinaria gama de matices. Apreciamos también algún
toque de ocre y el rosa de la cinta. La gran mancha roja del cortinaje
diferencia el fondo del cuadro con el espacio en el que se desarrolla la
acción, y la sábana gris destaca el cuerpo nacarado de la diosa. Los
contornos son claros y la pincelada es nítida, suelta pero con poca mancha.
Esta obra se enmarca en la etapa final de Velazquez, la que supone
la culminación de su técnica ‘’impresionista’’ de pincelada suelta y fluida, y
supone uno de los primeros desnudos de la pintura española ya que Los desnudos
eran encargos de coleccionistas (aristócratas y reyes) y requerían de una
excusa temática para no ser considerados pecaminosos.
Bibliografía:
http://www.selectividad.tv/S_A_1_2_6_S_la_venus_del_espejo_de_diego_velazquez.html
http://sdelbiombo.blogia.com/2015/030901-analisis-y-comentario-de-la-venus-del-espejo.-velazquez.php
https://es.wikipedia.org/wiki/Venus_del_espejo
No hay comentarios:
Publicar un comentario