LAS TRES GRACIAS
Las Tres
Gracias es una obra realizada en mármol por Antonio Canova en 1816, por lo
tanto pertenece al estilo neoclásico. Se trata de las tres cárites mitológicas,
hijas de Zeus que representaban la belleza, el encanto y la alegría, su función
era la de presidir banquetes y reuniones principalmente para entretener y
deleitar a los invitados de los Dioses. Se identifican en algunos grabados de
la estatua como (de izquierda a derecha) Eufrósine, Aglaya y Thalia.
La obra está
tallada de una sola pieza de mármol blanco. Los asistentes de Canova
desbastaron el mármol hasta perfilar las figuras, lo dejaron terminar la talla
final y dar forma a la piedra para resaltar la piel suave de las Gracias. Las
líneas son exquisitas, refinadas y elegantes.
Las tres
diosas se muestran desnudas, juntas en un abrazo, sus cabezas casi tocándose en
lo que muchos han calificado como una obra de 'carga erótica'. Están de pie,
inclinadas hacia dentro; quizás discutiendo un problema común, o simplemente
disfrutando estando juntas. Sus estilos de peinado son similares, con el
cabello trenzado y sostenido en la parte superior de sus cabezas en un nudo.
El estilo es
elegante y sugiere refinamiento y clase; hay una belleza delicada en ellas que
es común en la escultura de Canova. Los historiadores del arte han comentado en
el equilibrio pacífico que parece existir entre las cabezas de las tres
Gracias. A diferencia de las composiciones habituales de las tres Gracias, que
derivan de la antigüedad (donde las figuras externas están colocadas hacia el
espectador y la figura central se acerca a sus amigas con su espalda en el
espectador) las figuras de Canova están de lado a lado, enfrentándose.
Canova da
calidad sensorial y aliento de vida a la superficie, a la epidermis. En sus
obras, lo óptico es el tacto, y es desde esa tactilidad desde la que se
aprecian sus esculturas. Por eso se habla, al referirnos a la contemplación de
sus trabajos, de “la visión de las manos”. Lo meramente ocular es la imagen
pintada, pero lo genuino es tocar: en Canova desaparecen los elementos
matemáticos a favor de los físicos.
Las tres
figuras de las mujeres se convierten en una por el abrazo, unido no sólo por
sus manos, sino también por el velo que se enrosca en las tres. La unidad de
las Gracias es uno de los temas principales de la obra. En la primera versión
de la obra encargada por Josefina, las Gracias están de pie en un altar de
sacrificios adornado con tres coronas de flores y guirnaldas simbolizando sus
vínculos frágiles y cercanos.
De esta obra
existen dos versiones, una encargada por Josefina de Beauharnais, esposa de
Napoleón y se conserva en el Museo del Hermitage de San Petersburgo (Rusia). La
segunda, encargada por un noble inglés, el duque de Bedford, salió a la venta
en 1994 y fue adquirida por dos instituciones británicas que la exponen
alternativamente, el Victoria & Albert Museum de Londres y las Galerías
nacionales de Escocia.
La
existencia de dos versiones se debe a que la emperatriz de Francia murió antes
de que la primera versión fuera terminada, por lo que salió a la venta y el
duque de Bedford se ofreció a comprarla, pero el hijo de Josefina la reclamó.
Ante esto, el duque decidió encargarle a Cánovas una segunda versión, de la que
se dice que iguala e incluso puede llegar a superar en técnica y belleza
sensual a la primera versión.
Bibliografía:
https://www.elamanecerdelapoesia.com/t3200-las-tres-gracias-canova
http://masdearte.com/especiales/canova-lo-genuino-es-tocar/
https://es.wikipedia.org/wiki/Las_tres_Gracias_(Canova)
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